sábado, 12 de marzo de 2011

Rescate en La Pica d'Estats

Habíamos coronado la cima de La Pica y descendíamos hacia el refugio de Vall Ferrera, eran alrededor de las tres de la tarde y nos acercábamos al Coll del Sotllo, observamos que un grupo de montañeros tenía problemas, uno de sus miembros había sufrido un accidente: una caída.


El accidentado estaba a varios metros del coll, en la cota 2550 de ladera este del Pic del Sotllo, del cual descendían, los montañeros procedentes Zaragoza venían haciendo una travesía desde Tavascan, por suerte uno de sus componentes era medico y presto los primeros auxilios al accidentado, otro factor a su favor era que además eran gente preparada y equipada, uno de ellos comentaba que el casco le había salvado la vida. El herido presentaba multitud de rasguños, magulladuras y dos costillas rotas.

Mientras unos atendían al accidentado, el resto nos organizamos para pedir ayuda.

La primera opción para pedir ayuda fue el teléfono móvil, pero en esa zona no había cobertura de ningún operador ni español, ni francés, por lo que tampoco era posible contactar con el servicio de emergencia del 112.

Un montañero partió hacia la cima de La Pica rodeando el Pic Verdaguer, para intentar ganar altura desde la ladera norte a ver si así conseguía cobertura con algún operador de telefonía.

Dos más descendieron rápidamente hacia el poste de socorro situado 600 metros por debajo del coll y a casi tres kilómetros de distancia, en la zona de Plans de Sotllo.

Nosotros enviábamos un mensaje de socorro por todos los canales de nuestro walkie talkie .


Por suerte unos cientos de metros por debajo del coll un teléfono de unos de los montañeros que partieron hacia el poste de socorro estableció contacto con el 112, inmediatamente comunico las coordenadas del lugar del accidente y en unos 20 minutos un helicóptero de rescate estaba sobrevolando la zona.

La temperatura rondaba los 10º C y el viento los 15 km/h. El helicóptero hizo unas pasadas para evaluar la situación y determinar el punto de aterrizaje más idóneo, la maniobra no era nada fácil, el viento crea muchas turbulencias en un terreno tan irregular. El helicóptero desciende, sin llegar a aterrizar, en una zona en la que baja unos de los rescatadores y se vuelve a elevar e inicia una maniobra de espera, mientras se estabiliza y se prepara al herido para su traslado.


Pasados unos minutos los rescatadores vuelven a repetir la maniobra de aproximación colocan al herido en una camilla sobre un patín del helicóptero y se dirigen hacia el valle donde aterrizan para colocar y asegurar al accidentado dentro del aparato y de esta forma iniciar el viaje con total seguridad hacia el hospital más cercano.



A la mañana siguiente hablamos en el refugio de Vall Ferrera con los compañeros del accidentado por si necesitaban alguna cosa más de nosotros y para interesarnos por el estado de su amigo, por lo que nos comentaron parece ser que si todo iba bien ese mismo día le darían el alta. 

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